Sí,efectivamente, este es mi padre, una víctima mas de las listas de espera. Se que pertenece a una de las parcelas más intimas dentro de lo que es el mundo del dibujo, pero es lo que he estado dibujando durante meses, mi realidad cotidiana. Pero sirva el mismo para denunciar una situación que se está viviendo en Navarra.
Que
a la sanidad navarra le ha llegado un recorte brutal en medios,consultas, servicios, etcétera, todo ello justificado por la necesidad de lo que de una manera eufemística llaman ajuste presupuestario, es algo que venimos viviendo, padeciendo y
consintiendo, pero cuando la situación pilla muy cerca, en tu
entorno más próximo, la indignación sobrepasa los límites de lo
soportable.
Desde
que se privatizo uno de los primeros servicios de dicho complejo, el
servicio de cocinas, y se adjudico a una empresa de catering, han
sucedido muchas y graves anomalías de las que la prensa ha hablado
largo y tendido, por no decir de la calidad de la misma,
o mejor dicho de la falta de calidad, aunque eso merece un
capítulo aparte. Una de esas graves anomalías, la ha sufrido mi
padre, cuyo resultado pudo ser fatal, y que le ocasionó un grave
deterioro de su salud, y que provocó que estuviera mucho más tiempo
del deseado ingresado en dicho Complejo hospitalario.